Estoy aquíííí... por fin. Estoy muy emocionada. He pasado unos días muy estresantes, la verdad, y por fin, creo y espero, he encontrado mi hogar. A ver, que haga un pequeño resumen sin atorarme, que se me "bratan" las palabras queriéndolo contar todo a la vez y así no puede ser. Lo primero presentarme. Nací en la calle, con muchos hermanos y hermanas. He estado divirtiéndome de lo lindo durante algo más de dos años, de hecho hasta he sido mamá dos veces. Un día una humana me cazó y me metió en una caja. Al principio no me gustó nada, me tocaban por todas partes, me pincharon, me hicieron un montón de perrerías (sí, perrerías, porque hacer cosas para fastidiar a los gatos es algo muy perruno, nunca me llevé bien con ningún perro y eso no va a cambiar ahora). Luego me dolía el vientre que te cagas, no podía ni moverme. Y me pusieron una especie de campana en la cabeza que odiaba a muerte y que casi hasta me impedía comer. Luego los recuerdos están un poco emborronados. S
Reflexiones de dos gatas con (sin) pelos en la lengua.